¿Qué te detona?

Sabemos que la crianza es algo que hacemos de la misma manera en cómo a nosotros nos criaron. Viene desde nuestra memoria procedimental, aquella que va guardando cosas como la manera en que nos amarramos los zapatos, la manera en que andamos en bici, o el orden en que metemos los brazos a la chamarra. Del mismo modo, quedan grabados en nosotros nuestras llamadas “heridas de la infancia” como el rechazo, el abandono, la humillación, la traición o la injusticia. Estas heridas son en realidad una consecuencia de las respuestas erróneas de los adultos que nos criaron, ante nuestras necesidades. Y frente estas respuestas erróneas nosotros tuvimos que hacer ajustes a quienes somos, a cómo nos mostramos, a qué necesidades expresamos y cómo lo hacemos. Porque notamos desde muy pequeños que nuestros padres o cuidadores tenían problemas con “x” o “y” necesidad y si la veían en nosotros, en lugar de satisfacerla, hacían todo para evitarla. Como sabemos es un círculo virtuoso en algunos casos, pero vicioso en muchos otros.

Lo que nos detona inconscientemente, necesita moverse al consciente para poder reconocerlo. Repetimos lo que vivimos, a menos de que sanemos estas heridas. Sanarnos significa tratarnos a nosotros mismos en la manera en que unos padres o cuidadores maduros lo hubieran hecho. Responder adecuadamente a nuestras necesidades, aunque no sean agradables y así poder responder a nuestros hijos satisfactoriamente. Si, por ejemplo, cuando sentimos miedo nuestros cuidadores no respondieron adecuadamente, seguramente tampoco responderemos correctamente con nuestros hijos. Sanar y madurar, toma tiempo, trabajo interior, llorar todas las necesidades que no fueron satisfechas de manera adecuada. No es fácil, pero es algo que les debemos a nuestros hijos, ya que eventualmente queremos que ellos tengan menos paradigmas que romper y más historias que repetir.

M.Ed. Ma Esther Cortés

Asesoría en Educación y Crianza /Facilitador Autorizado Instituto Neufeld/ Facilitador Registrado Curso de Círculo de Seguridad para Padres (COSP) y en el Salón de Clases